lunes, 15 de junio de 2015

Día de tejer en público y algo más

El pasado sábado fue un día que me gusta mucho: "el día de tejer en público", me encanta porque es como una reivindicación, como tu sales a correr y yo a tejer, no sé bien cómo explicarlo, pero es mucha la gente que no ve bien eso de tejer en público, pero es algo que hasta no hace muchos años era normal juntarse las vecinas por las tardes en las puertas de casa a la fresquica a charrar un rato y tejer. 

Hasta no hace mucho, llevaba siempre conmigo mi "kit de supervivencia" que constaba de un bolso con el libro que tenía entre manos leyendo, el librito de mandalas y los lápices de colores por si venía la inspiración en forma de color, el bordado que tuviese entre manos en ese momento (y si fuese a día de hoy no faltaría el ovillo de trapillo y un ganchillo xxl), así ratito que tenía de espera, ratito que era fructífero, aunque sólo diera dos puntadas, aunque sólo leyera 2 páginas... mientras esperaba que los niños salieran de alguna actividad, yo aprovechaba el rato. Hacía el día de tejer, más bien bordar, en público cualquier día del año.

El sábado pasado, a pesar de ser un día que me encanta, tengo que confesar que no tejí ni en público ni en casa... entre la pelu y la plancha... se me pasó la mañana. Bueno, además al acercarme al horno a por el pan aproveché para visitar una tiendita vintage muy mona que descubrí hace poco y que tenía muchísimas ganas de entrar y conocer a Sensi, su dueña, que es un encanto. La tienda se llama Casa Vintage y tiene venta on line que podéis encontrar en facebook, pinterest e instagram

Volviendo a lo del tejer, y con motivo de varios acontecimientos os voy a mostrar unas cositas de trapillo que he tejido y regalado estos días.

Iniciamos el mes con el cumpleaños de mi madrina y como madrina no hay más que una y la mía es única... pues se llevó dos regalitos de mi parte:

Unas calas moradas
Y mi primera cestita cuadrada, con tonos morados también

Con el fin de curso de Jorge, que el instituto acabó el pasado día 10, y por la santa paciencia de la tutora con los aborrescentes (palabra tomada prestada de Carmela Salcedo y que me encanta) y las madres pesadas como yo... le envié un cestillo "pongolotodo", que según me cuentan le encató:



Días atrás también fue el santo de mi vecinita Gema, y me lo dijo con tanta gracia mientras tendía, que cuando entré me fue inevitable hacerle un bolsito en un ratito:

Quedaron más sorprendidos los padres que la niña, y eso que la niña quedó maravillada


Tanta inspiración... mi cabeza que no paraba de combinar colores y formas y mi mano que ya estaba a pleno rendimiento... pues me dio hasta para hacerme un bolso, con un punto un poco diferente, ya voy innovando:

Le pondría un adorno, pero así sencillo me gusta mucho. Si a alguien le gusta hablamos de precio ;)
Y lo que no tiene precio es el cariño de mi Luna, mi peluchita, que me tiene loca, no sé si es más bonita que buena, o más buena que bonita... lo que sí sé seguro es que es un amor de perrita

Las dos hemos pasado por la pelu este finde pasado


Elche, ciudad del calzado
  



La ciudad está llena de estos zapatos gigantes de tacón de aguja, todos muy bonitos, pero este es espectacular con nuestra Nit de l'Albà










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