14 años y 3 meses

Luisi

Ese es el tiempo que decidiste pasar por mi vida y dejar tu gran huella a pesar de ser una perra pequeñita. 14 años perrunos que son una barbaridad en años humanos. Ay mi Luisita!!! Qué haremos ya sin ti en la casita de campo? Qué solita se queda tu hija Nuca.

Llegaste de casualidad, llenando de alegría nuestras vidas, siendo más lista que el hambre, gracias al hambre que habías pasado en tu, entonces, corta vida.

Al año de tu llegada llegó Jorge y durante el embarazo compartimos muchas horas juntas (al igual que con el embarazo de Marta, el infortunio quiso que me quedase ambos embarazos cuidando de la tripita y de ti), cuánto has querido a Jorge ¿eh? que alegría te daba verle y cómo le abrazabas. Te quedabas dormida bajo de su cuna. Por cuando tenías tan sólo un añito, poco antes de llegar Jorge, llegó el primer momento duro para ti (y yo pensé que ese día estabas llorona), ese gusano de procesionaria ya nos puso a prueba, pero siempre has sido luchadora y fuerte y fue prueba superada. Después has tenido vida feliz, sin que te faltase alimento, cariño, chuches... pero algo complicada: varios partos más que múltiples, ansiedad, algún tumor, artrosis y osteoporosis, y te faltaban los ligamentos cruzados rotos... y estos últimos días la cadera... todo eso sin contar que un día, hará unos dos años, te encontré muy muy malita porque alguien, sin que salieras de casa y aprovechando que no estábamos, te había dado de comer algo envenenado. Todo han sido pruebas, que tu fortaleza junto al cariño, mimos y cuidados, has podido superar. 

Nunca te gustó el agua, pero cuánto te gustaba ir limpita.

Ahora no tengo excusa para retomar ese cuento que algún día comencé: "...a mi Luisita, que es mi perrita, le gusta tener las orejas calentitas..." y honrar tu memoria como mereces. No había cosa que te gustase más que en cuanto me veías en pié ponerte entre mis piernas para sentirte arropadita.

Sólo puedo darte las gracias por tanto cariño recibido sin pedir nada a cambio nunca. DEP