lunes, 6 de junio de 2016

Ahora lo llaman Arteterapia

Pero yo llevo años y años pintando Mándalas.

La semana pasada, mi amiga Ana de un poco de ná, me picó con la revista woman y su regalo de este mes:

Librito de arteterapia de regalo con la revista Woman
(no hay manera de poner la imagen en vertical)

Hace años llevaba siempre conmigo mi kit de supervivencia, en el que incluía: el bordado que llevase entre manos en el momento, el libro que me estaba leyendo en el momento, algún libro de lectura en inglés y varios libros de bolsillo de mándalas para colorear y lápices de colores. 

No sé porqué dejé de usar mi kit de supervivencia, ya que si tenía que hacer tiempo, para cualquier cosa, o bien bordaba alguna puntada, o bien leía... me servía para esperar que Jorge acabase la clase de Judo, mientras esperaba a que Marta acabase de natación o bien cuando los peques estaban en el inglés y esa hora era imposible ir a hacer nada. También para ocasiones como quedar para tomar un café y mientras esperaba... o días en los que volvía al trabajo por la tarde y comía sola, eran ratitos que aprovechaba y bien. 

Hasta hace poco tenía los libros de mándalas en el cajón del trabajo, pero como aquí, evidentemente, no les puedo sacar partido los volví a llevar a casa. Pero reconozco que saber que los tenía a mano me hacía sentir bien.

Aquí os dejo algunos mándalas pintados por mi:





Mis minilápices preferidos (uff hoy no estoy muy acertada con las fotos)

No solamente sirven para relajarse o meditar, sino que pintar mándalas es toda una técnica y dice mucho sobre la persona que lo pinta y su estado de ánimo. Usar colores oscuros y fríos puede decirte que tu estado de ánimo es más bien de bajón, sin embargo los colores cálidos y vivos son perfectos para levantar el ánimo. También el como los pintes dice mucho de tu personalidad: si pintas de fuera hacia adentro puede que seas un poco introvertido, pero si pintas del centro hacia fuera tienes una personalidad extrovertida. Y sobretodo, se aconseja no empezar a pintar un mándala si no has acabado el anterior (supongo que esto es más por el tema de la constancia y el no dejar las cosas a medias, no dejar UFOS).

Yo a veces veo un motivo en el dibujo y me gusta y ya está, ya le veo el color y me lanzo sin más y me da igual que esté en el centro, por fuera o por la mitad. Lo que sí he notado con la práctica de pintarlos es que combino mejor los colores. Eso me ayuda a la hora de combinar colores en trapillo o lana. O en trabajos de blackwork (sin que tenga que ser en negro, sino multicolor).

Esta semana os enseñaré un tesorito que ayer encontré en el mercadillo de antigüedades y libros que visito muchos domingos.

2 comentarios:

  1. Que chulada!nunca hubiese pensando que pintar mandalas seria una terapia para meditar. La verdad es que me encanta y quizas algún día me lanzo con alguno a ver que tal se me da.
    Yo si no estoy haciendo algo me pongo nerviosa y esto me parece muy acertado para aplacar la ansiedad en ciertos momentos.
    Me ha gustado el relacionar como pintas los mandalas con estados de animo y retazos de tu personalidad.
    Encantada de conocerte!

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  2. Hola Mamadichosa!!!
    Muchas gracias por visitarme y dejarme este comentario. Yo también estoy encantada de conocerte, me encantan tus buhitos.
    Y sí, la verdad es que los mándalas son la mejor opción para no tener la sensación de ansiedad cuando no tienes nada entre manos.
    Besitos!

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